Cuando decidí aplicar a London College of Fashion, supe que no quería enviar una solicitud cualquiera.
Sabía que habría miles de personas con más técnica, más experiencia o un cuaderno más impresionante. Así que me pregunté:
¿En qué soy buena yo? ¿Cómo puedo contar quién soy de verdad?
La respuesta fue este vídeo. Un formato más cercano a mí, donde podía mostrar no solo mis trabajos, sino también mi forma de pensar, de ver el mundo y de crear.
Una presentación que hablaba por mí, más allá del currículum, del portfolio o de las notas.
El vídeo fue mi carta de entrada. LCF me aceptó. Y todo empezó ahí.
A veces no se trata de lo que haces, sino de cómo lo cuentas.
25 de January de 2017