Durante mi tiempo al frente de la estrategia de marketing (especialmente la digital) en Violán Beauty, nos encontramos con una limitación bastante común, pero difícil de resolver: ¿Cómo generar conexión y comunidad en redes… sin mostrar una cara?
Nuestra marca no tenía una persona visible detrás, y eso hacía que ciertos mensajes se sintieran fríos o demasiado corporativos. Queríamos conectar desde la cercanía, desde la confianza, pero sin forzar una exposición que no iba con nuestra forma de comunicar.
Ahí fue cuando surgió Violeta.
Una creación estratégica, pensada desde el diseño y la narrativa: un alter ego digital, animado, que no solo resolvía el problema, sino que abría un mundo de posibilidades. Lo que empezó como una idea puntual terminó convirtiéndose en uno de los elementos más sólidos y reconocibles de la marca.
Violeta no era una “mascota” ni una ilustración decorativa. Era la voz de Violán Beauty. Y poco a poco, fue más allá: pasó de formar parte de la marca a ser la marca.
Firmaba los e-mails y comunicaciones en todas las plataformas online y RRSS
Recomendaba productos en reels, posts, TikToks y artículos de blog
Interactuaba con la comunidad desde un lugar cercano, sin mostrar una cara, pero con un rostro digital muy claro
Usaba su propio tono de voz, con humor, cariño y coherencia, siempre alineada con el branding
Generaba confianza real y reforzaba la identidad de marca en cada interacción
Gracias a ella conseguimos aumentar la fidelidad, crear una narrativa visual continua y diferenciarnos dentro del sector cosmético, donde la mayoría de marcas se apoyan en rostros humanos o colaboraciones externas.
Violeta es, para mí, uno de esos ejemplos donde la estrategia, el diseño y la creatividad se juntan y logran algo más grande que la suma de sus partes. Un personaje, sí. Pero sobre todo, una conexión emocional real con la comunidad.
Violán Beauty
6 de March de 2022